14 de marzo de 2025, 6:43 AM
Al ser abordado por la prensa este jueves, Martínez-Acha declaró que “Panamá se mantiene firme en la defensa de su territorio, de su canal y de su soberanía”.
“El canal es de los panameños. El canal es operado por los panameños. Y en caso de amenaza, los únicos que pueden convocar a otras naciones a defender la operatividad del canal es nuestro país, es el presidente de la república”, señaló.
“Que el pueblo panameño esté tranquilo que el canal sigue siendo nuestro y así seguirá siendo. Que no hay ninguna amenaza”.
Sus palabras siguieron a un reporte de la cadena estadounidense NBC News que, citando en exclusiva a funcionarios del gobierno de Donald Trump, aseguró que el Comando Sur del ejército estadounidense está elaborando planes para aumentar la presencia militar de Washington en Panamá.
El objetivo sería asegurar la operación a favor de EE.UU. del paso interoceánico, y en caso de que no fuera así, o que los intereses de China en la región crecieran, escalar las acciones.
“Las posibles estrategias del gobierno [de Washington] incluyen desde simplemente garantizar que los barcos de EE.UU. tengan un paso seguro a través del canal, hasta restaurar la propiedad y operación total del paso por parte de EE.UU., dijeron los funcionarios”, según reportó NBC News.
Más tarde, CNN informó que la administración Trump pidió formalmente a los funcionarios del Pentágono “opciones militares creíbles” para garantizar el acceso sin restricciones de EE.UU. al Canal, según un nuevo memorando al que tuvo acceso la cadena.
Uso del ejército
NBC News señaló que, como primer paso, el gobierno de Trump buscaría una “asociación” con las fuerzas panameñas para colaborar y realizar actividades conjuntas. Actualmente, EE.UU. tiene alrededor de 200 militares en Panamá, según los funcionarios.
“Otras opciones que se están considerando incluyen el uso del ejército de EE.UU. para asegurar los puertos existentes en Panamá, construir nuevos puertos en Panamá o el uso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para operar las esclusas del canal, dijeron funcionarios”, dice el reporte.
Una posibilidad “menos probable” es emplear al ejército de EE.UU. para tomar totalmente el control del canal: “El uso de la fuerza militar, agregaron los funcionarios, depende de cuánto acepten las fuerzas de seguridad panameñas asociarse con Estados Unidos”.
Desde que llegó a la Casa Blanca, en enero pasado, el presidente Trump ha planteado que su gobierno va a “recuperar” el canal construido por los estadounidenses a inicios del siglo XX y que fue devuelto a Panamá en 1999.

Hasta ahora no se ha sabido qué tipo de opciones está considerando Trump para logar la “recuperación”. Pero ha acusado a China de tener ventajas para su manejo.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, visitó en enero al presidente Raúl Mulino. El mandatario canceló acuerdos con China después de esa visita y a inicios de este mes la firma estadounidense Black Rock se aseguró la compra de dos puertos de carga que eran controlados por una firma de Hong Kong.
Se prevé que el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, visite en los próximos días Panamá.

Cierre del Darién
El presidente Mulino, que asumió el cargo el año pasado, también ha acordado con Washington una mayor cooperación en el control de la migración indocumentada, especialmente el paso del Tapón del Darién.
Este jueves Mulino aseguró que se cerrarán los centros migratorios y que el paso de indocumentados por el Darién ha disminuido en un 98%.
“No permitiremos más migrantes en esa zona del Darién y cerramos una operación que comenzó en el año 2016. Me da mucha complacencia haber cumplido y haber cerrado el Darién, con lo que eso significa para la seguridad regional y panameña”, declaró este jueves el mandatario.
Antes de las presiones de EE.UU. para actuar en materia migratoria, Mulino tenía como promesa de gobierno bloquear los cruces por la peligrosa selva que hace frontera con Colombia y por donde han pasado más de un millón de migrantes en la última década.
El mandatario reconoció que ahora se está dando un fenómeno opuesto, por el regreso de algunos migrantes desde EE.UU., México y otros países de Centroamérica a América del Sur.
Como parte de los acuerdos con Washington, Panamá también ha aceptado ser un “puente” de deportados de EE.UU. hacia otros países.